Todo este tiempo he estado bebiendo veneno, luchando contracorriente, lanzándome al vacío sin paracaídas. He peleado contra gigantes tentaciones, he transformado mi corazón en algo frío y distante, me he construido una armadura; si me tira flechas Cupido no me afectarán. He dormido bajo puentes de amargura y llenado mi alma de lágrimas. He sentido el dolor desgarrándome el pecho y he amado esa sensación, como la única cosa que pudiera atarme después de mucho tiempo a un sentimiento. He luchado largas batallas contra todo tipo de sensaciones, he corrido rápido, deshaciendo mis pies en la tierra para alejarme de recuerdos.
Maté a una bestia enorme, sin remordimientos. Maté una bestia enorme, sin recuerdos….sin sentimientos.
¿Porqué? ¿Que porqué? Porque todo este tiempo he estado corriendo a ninguna parte buscando un límite, buscando mi límite. Y ¿sabes qué? Parece irónico pero…gracias a ti, brujo de maldiciones, lo he encontrado. Marchito, asustado y solitario…junto a mi corazón.
“No te mereces sufrir” me dijo
“No sufro ni padezco,no tengo sentimientos!”grité yo, bestia enorme enfadada y maldecida sin corazón.
“Estoy aquí, sólo tienes que tener valor, ser valiente y aceptarme...Con todo lo que eso conlleva, sensaciones buenas y malas... pero, al fin y al cabo, sentimientos” Me gritó aún más fuerte, valiente.
“Has ganado...” dije yo rindiéndome.
Ahora la bestia enorme enfada y fría que llevaba dentro, desaparece poco a poco. Pero el tiempo no ha curado las heridas de su alma por eso a veces se encierra en una armadura frágil por si alguien intenta dispararle con amor.
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